miércoles, 7 de noviembre de 2012


Murga:

Los antecedentes de la murga se basan en las primeras presentaciones hechas por un solo murguero en los tablados barriales. Con la cara sucia de carbón y una botella de vino, simulando (o no) estar ebrio; cantando y contando lo sucedido en el año -generalmente desde la improvisación- desprestigiando y difamando a las autoridades.
Luego se dio paso a formaciones grupales, donde montaban escenas más elaboradas. A partir de la creación del Concurso Oficial de Agrupaciones, se pierde la imagen del único murguista.
“El Carnaval más largo del mundo” es el nuestro, y se debe a que hasta los años 50 los tablados eran construidos por todo el vecindario, esto pesaba en dejar el trabajo real  para poder hacerlo, por tanto el deseo era disfrutar de algo creado que realmente tenía una utilidad satisfactoria.
Se comprendió entonces como espectáculo, cuando varias murgas, de otros barrios, se presentaban, haciendo variar el espectáculo. Esto le aportaría más dinámica y riqueza en cuanto a la evolución del Carnaval en sí.
El origen de la murga en sí proviene de Cadiz, España, por 1909 cuando llega un grupo de zarzuela a Uruguay. Algunos de los componentes del mismo formaron “La Gaditana” para presentarse en la calle, ya que sus espectáculos no fueron de gran convocatoria.
Un año después se formó la agrupación “Murga La Gaditana que se va” donde parodiaban lo sucedido con los artistas españoles. Esta fue el verdadero origen del nombre, hasta el momento la categoría era llamada “mascarada”.
Se le agregan elementos del candombe, ritmos afroamericanos y platillos de entrechoque que adaptados a la batería de la murga adquieren una nueva sonoridad.
Los aspectos teatrales reflejan el Carnaval de Venecia y la Comedia del arte, adaptando los distintivos símbolos de Momo, Pierrot y Colombina.
Las murgas argentinas nacen casi de forma inmediata, ya que el substrato cultural era similar, aunque allí son preparadas para desfilar y no tanto para presentarse en un escenario.
Con el paso del tiempo, se aumentó el número de integrantes hasta 17, cifra actual: 13 de coro, 3 en batería y  1 director.
El Carnaval es sinónimo de fiesta, alegría, juventud y verano. Pero no siempre fue así, abriéndose el paso a la dictadura, la posibilidad de caer en la censura era evidente. Por tanto, de una manera admirablemente ingeniosa, y siguiendo con la crítica y demanda, algunas murgas se lucieron para manifestar de manera subliminal lo que querían decir.
Esto promueve al crecimiento, el avance, y es cuando surge la puesta en escena. Ya no solo comunican con la voz, sino que su gestualidad marca presencia. Los movimientos, el vestuario y maquillaje comienzan a marcar terreno en este campo.
El Carnaval está controlado por ciertas organizaciones, en aquella época cabía lugar para la Comisión de Control, o Comisión de Censura. Entre sus miembros constaban con oficiales de las Fuerzas Armadas, además tenía la supervisión de policías en los espectáculos.
La Soberana y La Celeste fueron dos murgas que, por omitir las indicaciones de la censura, perdieron el 50% del premio que recibían. Según expresa José María “Catusa” Silva, de Araca La Cana para una entrevista: “en 1973 salimos en el vigésimo lugar y en 1976, en el puesto 22; como para decir ‘no salga más’”.
Muchos  conjuntos tuvieron que vivir ser capturados por la justicia ni bien terminaban su actuación. Necesitaban apagarlos, reprimirlos, y reprimir a la gente, que al sentir que en una parte existían personas revelándose, ellos los apoyarían, se unirían.
Los nuevos Saltimbanquis en 1971 nombraron a la censura, sin criticarla. Sino que reconociendo sus propósitos: “al fin el letrista trajo la canción de retirada y cuando fui a la censura estaba un poco zafado, con criterio y justicia, cuatro couplet me tacharon”.
La Soberana, en 1972, fue censurada dos veces: la primera antes de comenzar carnaval y luego durante el concurso. Fueron detenidos y obligados a cambiar los textos, ya que su despedida era dedicada al “Chueco” Maciel. Cambiaron chueco por hombre y eliminaron toda referencia sobre el personaje.
“Catusa” Silva comentaba que de todas maneras, a pesar de la censura, exponían el repertorio real en los tablados. Carlos Prado, de Diablos Verdes, recordó un año en el que les prohibieron todas las letras, de igual manera no las cambiaron. No participaron del concurso pero si podían presentarse en las tablas, con la posibilidad de ser apresados al finalizar cada actuación.
En 1973 se da el Golpe de Estado uruguayo y en Carnaval ya se vivía desde antes. Nos obligan a salir, Los Saltimbanquis, La Milonga Nacional, La Colombina y La Castigada son murgas que ese año no hablaron de aspectos políticos ni sociales.
Aguante la Tacada estaba a favor del golpe, a pesar de que en un verso cuestionaban la censura en el siguiente manifiestan “ahora la gente labura / no hay paros, ni huelgas, esa es la verdad”.
La que se destacaba a favor de la actividad guerrillera del Movimiento de Liberación Nacional a partir de sus textos era La Soberana. En una de sus presentaciones se hace mención a la fuga del Punta Carretas, donde se habla de la sociedad como jungla y al topo se lo destaca, como animal inteligente, “la mejor ingeniería”.
También se hace mención a la fuga de mujeres en la cárcel de Cabildo. Expresando que ya era cosa fácil escaparse tanto para los hombres y las mujeres.
Una exposición que muchos conocen es el “Cuplé de la computadora”. La Soberana, ingenia la forma perfecta para nombrar sin hacerlo la palabra “tupamaros”, la computadora es tartamuda, lo que logra que se reitere la sigla “tupa” con dos palabras seguidas.
(A modo de resumen)
La dictadura generó grandes cambios en la murga, a positivo. De una forma fue una capacitación, para el ingenio, para el desarrollo interno de lo que realmente es el contenido.
Años 80
Aquí se implementa una nueva riqueza a la murga, el canto popular, que escalona el camino.
Muchas surgen y otras remarcan su concepto. Comienzan la idea de trabajar a cara pintada los 12 meses del año. Algunas implementando giras nacionales e internacionales.
El maquillaje y el vestuario es lo que más ha avanzado a partir de la formalidad del concurso de agrupaciones. Pero la escenografía recién está sintiendo sus cambios en las últimas décadas, cosa que podemos notar. Al parecer este es un aspecto que se resiste y por lo visto no debe ser tan necesario, sino ya estaría presente.


Fotos tomadas de Carnaval en Fotos: http://www.carnavalenfotos.com.uy/

Sofía Rodríguez

No hay comentarios:

Publicar un comentario